Gracias al porte amigable y la calma natural de los ponies, los vínculos se construyen rápido, generando un espacio donde aprender es una experiencia lúdica y divertida.
Desde los 2 años, nuestras clases integran juegos, paseos guiados y ejercicios recreativos para que cada niño crezca en confianza, equilibrio y autonomía sobre el caballo.
Con cada clase, niños y niñas ganan equilibrio, coordinación y confianza en sus propios logros.
Aprender a montar jugando, con actividades pensadas para estimular cuerpo y mente desde la infancia.
A través del vínculo, la empatía y la participación activa.
Un entorno cuidado, con profesionales atentos al ritmo, las emociones y el bienestar de cada chico.
Ofrecemos un primer encuentro cuidado, pensado para que cada niño comience a vincularse con el caballo de forma natural, segura y respetuosa. Nuestro equipo los acompaña paso a paso.